viernes, 19 de julio de 2013

EL REIKI

Desde algunos años el Reiki, como terapia de medicina alternativa, ha experimentado un gran desarrollo en Occidente.
El Reiki es un sistema ancestral, de gran sencillez, para curar transmitiendo energía por imposición de manos.
Reiki es un término japonés que alude a una "Energía Vital Universal". Esta es la misma energía que ha sido conocida por distintas culturas, recibiendo denominaciones como "Prana", en la India, o "Chi" en la China, y que también algunos científicos han denominado "Bioenergía" o "Bioplasma".
Terapia de Reiki

El terapeuta de Reiki coloca las manos en distintas partes del cuerpo del paciente, específicamente en el lugar de sus centros energéticos, llamados chakras por los hindúes.
Los chakras son vórtices de energía rotatoria, que presentan distintas funciones y están ubicados en diversos puntos de los llamados "cuerpos sutiles".
Podemos imaginar estos cuerpos sutiles, como duplicados energéticos del cuerpo físico, y que residen en dimensiones de espacio-tiempo paralelas a la dimensión física que normalmente percibimos con nuestros limitados cinco sentidos sensoriales.

Para el Reiki todas las enfermedades constituyen desequilibrios y bloqueos en el correcto flujo de la energía, a través de una red de canales ubicados en estos cuerpos sutiles.
Al traspasar energía del terapeuta al enfermo, el aura o campo bioenergético de éste se limpia y se equilibra, permitiendo que pueda actuar su poder natural de auto curación.
En una sesión de Reiki son muy variadas las sensaciones que puede experimentar el paciente. Algunos podrán percibir una sensación de calor, hormigueo, cosquilleo o vértigo.
Otros sentirán alivio de dolores, o se relajarán profundamente hasta dormirse en horas desusadas.
Algunos más con el Reiki pueden atravesar una fase de desahogo de emociones reprimidas, las cuales pueden ser el origen de sus dolencias psicosomáticas.
Es posible que el paciente llore o exprese su ira, o que empiece a hablar extensamente de lo que le ocurre. Todas estas manifestaciones representan liberaciones catárticas muy beneficiosas para el paciente.
La esencia del Reiki es el amor, y las sesiones constituyen una experiencia por la cual se establece un contacto con la Energía Divina que se hace fácilmente perceptible.
El terapeuta de Reiki debe estar conciente que la curación procede siempre de planos superiores, y es un poder restituyente que no posee, sino que se permite que se manifieste a través de él.
En el sistema de Reiki se diferencian tres grados. El primero es la introducción a la técnica que incluye una iniciación ritual, la cual le faculta para tratarse a sí mismo y a otros.
El segundo nivel del Reiki enseña símbolos que potencian aún más la energía, y permiten la condición de sanación a distancia.
El tercer grado constituye la maestría, y es el único nivel que faculta para iniciar a otros.

El Reiki es también una útil herramienta coadyuvante en la terapia médica tradicional, a la que complementa estupendamente, sin contraponerse en ningún sentido, y acelerando fuertemente la recuperación integral del paciente.

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